Crítica x netotem©

La teoría conspirativa que apunta a los EEUU como verdaderos responsables de los atentados del 11S comenzó como una leyenda urbana, sin embargo, va tomando dimensiones, de manera que están saliendo a la luz pública toda una serie de documentales que, a pesar de sus irregularidades, no carecen en absoluto de interés.

El recalcitrante, todo terreno, Alex Jones se erige en improvisado profeta y Pope de la hipótesis conspirativa. Aunque a menudo más que un periodista se asemeja a la voz que clama en el desierto, va más allá de las tesis de Moore, sobre la incompetencia de Bush en Fahrenheit 911, y entra en el terreno del complot a una escala que deja el Nixoniano Watergate en una inocente chiquillada.

Mr. Jones dirige de forma compulsiva: 911: The Road to Tyranny (2002); American Dictators (2004); Martial Law 9/11: Rise of the Police State (2005) y TerrorStorm: A History of Government-Sponsored Terrorism (2006). En todos sus filmes acusa directamente a la élite neoconservadora norteamericana de perpetrar los atentados para obtener el pretexto que permita llevar a cabo las invasiones de Afganistán e Irak y el recorte de libertades civiles en EEUU.

Los postulados de Mr. Jones no se limitan al World Trade Center, sus teorías arrancan con el conflicto USA Vs. España en Cuba el siglo XIX; pasando por ambas guerras mundiales; Vietnam; Oklahoma City en 1995; hasta llegar a los atentados de Londres del 7 de Julio de 2005. Curiosamente, nada sobre los trenes de Madrid del 11 de Marzo de 2004 ¡Qué lástima!.

A pesar de los escasos recursos técnicos y la deficiente calidad cinematográfica, los documentales de Jones contienen varias propuestas que obligan a replantearse el escenario. Si bien, es verdad, que algunos de sus fundamentos se salen de madre, también plantea varias preguntas sin respuesta.

Resulta especialmente curioso el boquete del pentágono (por el que no entraría nunca un avión) y más que sospechoso que nadie se preguntara, después del 11S, cómo fue posible que, presuntamente, se derribara el edificio Nº7 tan solo unas horas después de los atentados, cuando la demolición controlada de un rascacielos de estas características puede llevar semanas de trabajo de un equipo especializado en este tipo de operaciones. Algo apesta en Dinamarca.

Al margen de las propuestas de «Oráculo Jones», encontramos por el camino otros documentales amateurs como el de Eric Hufschmid: 911 Painful Questions about WTC Sept 11th (2003), que expone las opiniones de expertos que presentan la imposibilidad de los atentados sin una interferencia previa y directa en la defensa aérea y la demolición controlada como única explicación para el colapso del WTC.

El vídeo 911 in Plane Site (William Lewis, 2004) pone en tela de juicio la interpretación oficial del 11S, reafirmando la hipótesis conspirativa. También Loose Change muestra que los atentados terroristas del 11S fueron planeados y ejecutados desde dentro, reafirmándose en el «inside job». Apunta al gobierno norteamericano como responsable de los actos terroristas. Este documental se sirve de Internet como canal de difusión, y ante el éxito obtenido, se reedita en DVD con el título Loose Change 2nd Edition (Dylan Avery, 2006).

911 Mysteries Demolitions (Sofia Shafquat, 2006) también plantea la demolición controlada como única explicación al derrumbe de las torres. La estructura de las mismas, de vigas de acero, estaba diseñada, al parecer, para aguantar pruebas de estrés mucho más duras que el impacto de un avión comercial. Desde la cinta también se afirma que únicamente unidades especializadas en explosivos del ejército podrían llevar a cabo una empresa de tal magnitud. El punto de vista que presenta es el de un segundo Pearl Harbour.

Como contrapunto, es necesario mostrar que no todos los documentalistas defienden las ideas conspirativas, en 2005, Protocols of Zion, de Marc Levin desmiente la tesis antisemita que se expande por la gran manzana. Son muchos los que afirman que los israelitas estuvieron envueltos en los atentados y ningún judío murió en la catástrofe del 11S.

De todos estos documentales, quizá el más completo e interesante, sea el realizado por Peter Joseph, titulado: Zeitgeist: The Movie, 2007. El filme comienza de una forma bastante atípica. Hace una comparación de la fe cristiana con otras creencias religiosas, destapando el plagio sistemático que hace el cristianismo sobre la religión de los antiguos egipcios y los mitos paganos del zodiaco, para acabar desmantelando también la versión mediáticamente admitida del 11S.

La cinta expone que las intervenciones de EEUU en las guerras del siglo XX fueron siempre inducidas por un incidente provocado por el ejecutivo norteamericano, de hecho, el filme argumenta que si los atentados del 11S fueran, en realidad, atentados terroristas, serían la excepción a la regla. Desde la primera guerra mundial hasta Vietnam.

El documental desvela el sometimiento económico del país por una élite de familias de banqueros y la guerra del terror de los medios de comunicación con el fin último de tener controlada a la población mediante una futura implantación de chips personales. El broche final lo pone la cita de Jimi Hendrix: «cuando el poder del amor venza al amor al poder, el mundo conocerá la paz».

Los documentales conspiratorios están más cerca de la ficción de Estado de sitio (The Siege, Edward Zwick, 1998) que de la versión oficial para televisión de DC 9/11: Time of Crisis (Brian Trenchard-Smith, 2003); Discovery Channel en The Flight That Fought Back (2005); The Path to 9/11 (David L. Cunningham, 2006) o las asépticas reconstrucciones hollywoodienses: Vuelo 93 (United 93, Paul Greengrass, 2006) y World Trade Center (Oliver Stone, 2006).
Como afirma el actor Will Smith en Enemigo Público (1998): «Conspiracy theorists of the world, unite».