Director de El Padrino (Godfather, 1972): Francis Ford Coppola

Reparto: Marlon Brando, Al Pacino, James Caan, Diane Keaton

Don Vito Corleone (Marlon Brando) es el jefe de una de las familias que ejercen el mando de la Cosa Nostra en Nueva York en los 40. El clan Corleone recibe de Sollozzo, otro de los capos, la propuesta para entrar en el negocio de las drogas. Don Vito rechaza la propuesta e intentan asesinarle.

A partir de este momento se establece una guerra, en la que el hijo pequeño, Michel (Al Pacino), que hasta este momento se había mantenido lejos de los asuntos sucios, se ve obligado a intervenir. Asesina a sus enemigos y se ve obligado a huir a una Sicilia, la cual no dista demasiado de la del Gatopardo (Luchino Visconti, 1963) enfatizada por la música de Nino Rota.

Este drama familiar sobre la saga mafiosa de los Corleone puede entenderse como una metáfora del capitalismo en América. Reflejando en su machismo, farisaicamente católico, sazonado de violentos crímenes, prostitución y todo tipo de asuntos sucios que proporcionen dinero y poder con los intentos de los Corleone por convertir sus trapicheos mafiosos en negocios. “La familia te hace una oferta que no podrás rechazar”.

Sorprendentemente, la secuela de 1974 es al menos tan interesante como la primera parte de la saga. Aunque no resulta tan sorprendente, está todavía más trabajada y ostenta el extraño título de ser la primera segunda parte que obtiene el Óscar a la mejor película.

La historia está basada en el best-seller homónimo de Mario Puzo, quién escribe el guión con Coppola. Se recalca en el mismo que las acciones de los mafiosos se sustentan en códigos de honor y respeto a los valores de la familia, la lealtad y la venganza. ¿Quién puede resistirse a meter la cabeza de caballo en la cama de un productor de Hollywood?