Director de La diligencia (Stagecoach, 1939): John Ford
Reparto: John Wayne, Claire Trevor, Thomas Mitchell, John Carradine
Ringo Kid (Wayne) es el antihéroe Fordiano que busca venganza por la muerte de su padre y su hermano en Arizona. El guión de Dudley Nichols, basado en un relato de Ernest Haycox, tiene como trasfondo el cuento de Guy de Maupassant, Bola de sebo.
Nadie como André Bazin para definir la profundidad psicológica de este western en su libro: ¿Qué es el cine? (página 251):
Nos muestra que una prostituta pude ser más diga de respeto que las beatas que la han echado de la ciudad o, por lo menos, tanto como la mujer de un oficial; que un jugador fracasado puede saber morir con la dignidad de un aristócrata; cómo un médico borrachín puede practicar su profesión con la competencia y abnegadamente: como un fuera de la ley, perseguido por algunos arreglos de cuentas pasados y probablemente futuros. Da pruebas de lealtad, de generosidad, de valor y de delicadeza, mientras que un banquero considerable y considerado se escapa con la caja – André Bazin
Road movie de valores meritocráticos
La diligencia hacia Lodsburg es el epitome del western clásico, una road movie cuyos nueve arquetípicos pasajeros cuestionan a los miembros presuntamente respetables de la sociedad. Ensalzando los valores meritocráticos de justicia y honradez que encarnan la prostituta, el forajido y el médico borrachín, que saben cumplir y estar a la altura a la hora de la verdad.
Somos las víctimas de un morbo infecto llamado prejuicios sociales
Resulta sorprendente la burla que La diligencia de John Ford hace sobre el capitalismo en el papel del banquero desfalcador, que mientras defiende a gritos el liberalismo económico se con escabulle el dinero de sus clientes:
¡América para los americanos! ¡El gobierno no debe intervenir en los negocios! ¡Reducir impuestos! Nuestra deuda nacional es algo asombroso ¡Más de 1.000 millones anuales! ¡Lo que necesita este país es un hombre de negocios como presidente!
Los apaches no se nos presentan como personas, sino como un elemento más del entorno, un accidente más de la naturaleza que hay que superar para llegar el destino. El ataque de los apaches a través de los incomparables escenarios de Monument Valley quedarán para siempre entre lo mejor de la historia del cine.
La diligencia es referencia obligada de toda guía cinematográfica y sirvió de inspiración para Welles, que estudiaba la cinta de John Ford y la repasó en 30 ocasiones mientras realizaba su Ciudadano Kane. También se produjo un remake en Cinemascope llamado: Hacia los grandes horizontes (Gordon Douglas, 1966).