Director de Teléfono rojo; volamos hacia Moscú (Dr. Strangelove, or How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb, 1963): Stanley Kubrick

Reparto: Peter Sellers, George C. Scott, Sterling Hayden, James Earl Jones

El General Jack D. Ripper (Sterling Hayden) pierde los papeles y envía los bombarderos atómicos a Rusia, donde han construido una súper bomba que explotará y destruirá el planeta si la antigua Unión Soviética es atacada. La única solución es hacer volver los aviones o derribarlos en vuelo antes de que alcancen sus objetivos estratégicos.

La guerra fría estaba, a primeros de los 60, en su momento más caliente y Punto límite (Sidney Lumet, 1964) acomete la misma temática desde una perspectiva dramática.

Solo Stanley Kubrick sería capaz de realizar una comedia con estas premisas, eso sí ,muy bien arropado por un Peter Sellers que interpreta tres personajes diferentes. También destaca George C. Scott en su interpretación del General ‘Buck’ Turgidson, basado en la figura del General Curtis LeMay (USAF).

Sin embargo, el cenit de la cinta se alcanza cuando el Mayor ‘King’ Kong, interpretado por Slim Pickens, desde su B52, a lomos de ese descomunal símbolo fálico que es la bomba, agitando su sombrero Tejano, se lanza al vacío en un apocalíptico orgasmo nuclear.

Teléfono rojo; volamos hacia Moscú, es una metafórica satírica, que aglutina las paranoias de la guerra fría y el miedo a la guerra, donde una carrera armamentística descomunal y absurda, sustentada en un desarrollo tecnológico que avanza muy por delante del entendimiento humano para hacer buen uso de él.