¡Qué raro castigo es la avaricia en sí misma!
La calumnias se responden mejor con silencio
La fortuna favorece a los tontos
No existe mayor infierno que ser prisionero del miedo
¡Qué raro castigo es la avaricia en sí misma!
La calumnias se responden mejor con silencio
La fortuna favorece a los tontos
No existe mayor infierno que ser prisionero del miedo