Director de La dama de Shanghai (The Lady from Shanghai): Orson Welles

Te lo dije: no sabes nada sobre la maldad

– Las mejores están en Austria y las peores en España
– ¿Qué delito cometiste en España?
– Maté a un hombre

– Ahora él ya sabe lo nuestro
– ¿Tú crees?

– ¿Usted bebe?
– ¿Perdón?
– Le he preguntado si bebe
– No exijo que lo que me pongan delante tenga vitaminas, siempre que sea fuerte

Has estado viajando demasiado por el mundo para aprender algo sobre él

¿Me llevarás contigo hasta la línea del horizonte? No me importa dónde sea, pero llévame allí. Enseguida… Llévame

Dijiste que el mundo era malo. No podíamos huir de l maldad y es cierto, pero dijiste que no podemos luchar contra eso. Debemos negociar con la maldad. La maldad ha negociado contigo y al final ha impuesto sus condiciones

La naturaleza humana es eterna, por lo tanto el que es fiel a su naturaleza mantiene su naturaleza origina al final

Necesitas algo más que suerte en Shanghai

Cuando empiezo a hacer locuras nada puede pararme

Bueno, querida. No eres la única que quiere matarme

Los chinos dicen: Es difícil que el amor dure, por lo tanto el que ama apasionadamente se cura de amor al final

Hubo un principio del mundo una vez, así que supongo que tendrá que haber un final

Solo envejeciendo es posible librarse de las preocupaciones, así que me parece que voy a intentarlo, tal vez viva tanto que llegue a olvidarme de ella, o quizá muera sin haberlo conseguido

Sis duda el mundo tiene una parte agradable, pero no puede esconder el hambre y el delito. Es un mundo espléndido y culpable

Hay gente que huele el peligro. Yo no

Personalmente, no me gustan las chicas que tiene marido. Si engaña al marido, supongo que me engañará a mí

Por supuesto, matarte a ti es matarme a mí, pero ¿sabes? estoy bastante cansado de los dos

Como los tiburones. Enloquecidos por su propia sangre, devorándose entre sí

Sólo diles que estabas haciendo un poco de puntería

Saluda al amanecer de mi parte

Todo el mundo es el idiota de alguien

El amor, ¿de donde proviene?, ¿quien aviva su llama? Ninguna guerra puede apagarla ni robarla. Yo estaba prisionero y tú me liberaste