Director de Los doce del patíbulo (The Dirty Dozen, 1967): Robert Aldrich
Lo primero que se aprende en una prisión es que todo el mundo es inocente
He sido bendecido con una percepción de la naturaleza interior de las mujeres, que la mayoría de la gente no posee
– Cuenta con un maníaco religioso, un pigmeo resentido y dos semi-idiotas, del resto mejor ni pensar
-No hay nada mejor para la guerra
Se han presentado voluntarios para una misión que les deja 3 caminos a seguir: Pueden obrar de mala fe, en cuyo caso serán devueltos aquí y ejecutadas sus sentencias; pueden desertar en combate, en cuyo caso yo mismo les volaré los sesos; o pueden hacer lo que se les diga y así seguir adelante