Director de Love Actually: Richard Curtis

Todo lo que quiero para Navidad es a ti

Has hecho que la vida que llevo me parezca ridícula

Hola, niños. Mensaje muy importante de vuestro tío Bill: no compréis drogas. Convertíos en estrellas del pop y os las darán gratis

Para mi eres perfecta

No quiero lo que necesito, quiero lo que quiero

Con suerte el año que viene. Estaré saliendo con una de estas chicas

Siempre que me siento pesimista por cómo está el mundo, pienso en la puerta de llegadas del aeropuerto de Heathrow. La opinión general da a entender que vivimos en un mundo de odio y egoísmo, pero yo no lo entiendo así. A mí me parece que el amor está en todas partes. A menudo no es especialmente decoroso ni tiene interés periodístico pero siempre está ahí. Padres e hijos, madres e hijas, maridos y esposas, novios, novias, viejos amigos. Cuando los aviones se estrellaron contra las torres gemelas, que yo sepa, ninguna de las llamadas telefónicas de los que estaban a bordo fue de odio y venganza. Todas fueron mensajes de amor. Si lo buscarais, tengo la extraña sensación de que descubriríais que el amor en realidad, está en todas partes

Pero, ¿a que sería genial si el número uno esta Navidad no fuera alguna adolescente petulante, si no un viejo ex-heroinómano que pretende volver a cualquier precio? El día de Navidad, las jóvenes estrellas del pop estarán en pelotas con una pava buenísima jugueteando con su rabo, y yo estaré en un piso deprimente con mi manager, Joe, el tío más feo del mundo. Pasándolo fatal, joder, porque nuestra puta apuesta no habrá resultado. Así que si creéis en la Navidad, niños, como cree vuestro tío Billy, comprad mi repelente y maloliente disco. Y disfrutad especialmente de la increíble falta de talento y ritmo cuando intentamos meter una sílaba de más en la cuarta frase