Director de Oro en barras (The Lavender Hill Mob, 1951): Charles Crichton

De todas las frases amargas que salen de una pluma, la más amarga de todas es esta: yo podría haber sido

Yo hago propaganda de la depravación cultural británica

Esclavo he aposentado mi vida sobre un ideal, Ricardo III

Tu problema, Holland, es que no tienes suficiente ambición

Oh, Qué perturbación sueños dorados. Sueñan los puestos con la inmensidad del mar, Enrique IV, acto segundo