Crecí en un barrio privado de Buenos Aires. Privado de luz, de agua, de teléfono
El gol fue marcado un poco por la mano de Dios y otro poco por la cabeza de Maradona
Me equivoqué y pagué pero la pelota no se mancha
Crecí en un barrio privado de Buenos Aires. Privado de luz, de agua, de teléfono
El gol fue marcado un poco por la mano de Dios y otro poco por la cabeza de Maradona
Me equivoqué y pagué pero la pelota no se mancha