A veces no puedes verte claramente hasta que te ves a través de los ojos de otros

La única cosa que me asusta más que los platillos volantes es la idea de que no hay platillos volantes. No podemos ser lo mejor que la creación puede ofrecer. Rezo para que no sea así. Si no, tenemos un problema

Mi abuela empezó a andar ocho kilómetros al día cuando tenía sesenta años. Ahora tiene sesenta y siete y no sabemos dónde coño está