Si algunas cosas no te hacen perder la razón, entonces no tienes nada que perder
Ambos se dañan a sí mismos: el que promete demasiado y el que espera demasiado
Si algunas cosas no te hacen perder la razón, entonces no tienes nada que perder
Ambos se dañan a sí mismos: el que promete demasiado y el que espera demasiado