(137:1) Junto a los ríos de Babilonia, allí nos sentábamos, y aun llorábamos, acordándonos de Sión

(23:1) El Señor es mi pastor, nada me faltará

(23:4) Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno; porque tú estarás conmigo: Tu vara y tu cayado me infundirán aliento

(23:6) No recuerdes los pecados ni las rebeldías de mi juventud

(37:11) Pero los mansos heredarán la tierra

(39:4) Hazme saber, Jehová, mi fin, Y cuánta sea la medida de mis días; Sepa yo cuánto tengo de ser del mundo