Lo peor que se puede perder es el tiempo

Quien no tenga sueños que se disponga a tener dueños

Anda, deja que descubra los montes de tu mapa, la Concupiscencia secreta de tu alma y ven a mis brazos, dejemos los datos, seamos un cuerpo enamorado

Hay amor mío, qué terriblemente absurdo es estar vivo, sin el alma de tu cuerpo, sin tu latido

Quizá la clave para ser realmente libre sea reír cuando puedas y llorar cuando lo necesites

No me hace falta la luna ni tan siquiera la espuma, me bastan solamente dos o tres segundos de ternura

Fue en ese cine, te acuerdas, en una mañana al Este del Edén
James Dean tiraba piedras en una casa blanca, entonces te besé,
aquella fue la primera vez, tus labios parecían de papel

La necesidad de ver el horizonte, de ver un poco más allá, es lo que nos salva. Y creo que está en todos nosotros

En estos tiempos de naufragio, el único bote salvavidas válido serían los libros