Y aunque no siempre he entendido mis culpas y mis fracasos en cambio sé que en tus brazos el mundo tiene sentido

Si está vez no aprendemos, será que merecemos la derrota

Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas

Si el corazón se aburre de querer para qué sirve

Ella no es mía, tampoco soy suyo, lo nuestro es temporal, somos un préstamo voluntario de momentos inolvidables que quizás podrían durar la vida entera

Ahora lo sé. No te quiero por tu cara, ni por tus años, ni por tus palabras, ni por tus intenciones. Te quiero porque estás hecho de buena madera

Cinco minutos bastan para soñar una vida, así de relativo es el tiempo