Ninguna frontera tienta al contrabando más que la edad
Una poesía parte en trozos el sentido del mundo dependiente de mil palabras cotidianas, lo parte por la mitad y hace de él un globo huidizo
La realidad siente un deseo absurdo de irrealidad
El peligro lo había arrojado en medio del torbellino de la realidad
A las ciudades se las conoce, como a las personas, en el andar