El pesimista se queja del viento; el optimista espera que cambie; el realista ajusta las velas
Las oportunidades son como los amaneceres: si uno espera demasiado, se los pierde
El pesimista se queja del viento; el optimista espera que cambie; el realista ajusta las velas
Las oportunidades son como los amaneceres: si uno espera demasiado, se los pierde