Autor de La máscara moral: Edu Galán

La máscara moral, de Edu Galán, reflexiona sobre la hipocresía y la moralidad en la sociedad actual.

Muchas de las cosas que nos atraen de la naturaleza son espejismos que creamos nosotros mismos. Por ejemplo, creer que estando más cerca de ella reconectamos con un todo armonioso, puro y noble – Ramón del Castillo, El jardín de los delirios

Como detalla sobradamente Umberto Eco en sus Historia de la belleza e Historia de la fealdad, cumplir el canon de belleza establecido por la cultura donde opera la persona se relaciona directamente con poseer unos valores morales.

En el momento del capitalismo consumista, la seducción soberana funciona en modo híper: hiperselección, hiperconsumo, hipersolicitación, hiperpersonalización, hipermediatización, hipervelocidad (autoservicio, compra online). Hemos entrado en la era hiperbólica de la belleza seductora – Gilles Lipovetsky

La hipocresía es el disfraz que se ponen las personas para ocultar su verdadero yo.

El capitalismo actual está adoptando en cada sector la misma organización que el capitalismo de Estado, una economía organizada, rígida y controlada, en la que el operador dominante en la cadena impone condiciones, asigna el lugar de destino de los recursos, dirige los flujos de mercado y determina la actividad de los participantes – Esteban Hernández, Así empezó todo. La guerra oculta del siglo XXI

La empatía y la compasión son fundamentales para una sociedad más justa y humana. Debemos estar dispuestos a ponerse en el lugar de los demás y a actuar con bondad y generosidad.

Las máscaras son expresiones fijas y ecos admirables de sentimientos, a un tiempo fieles, discretas y superlativas. Los seres vivientes, en contacto con el aire, deben cubrirse de una cutícula y no se puede reprochar a las cutículas que no sean corazones – George Santayana

Hay gente que lleva una máscara y encima otra. Gente que quiere parecer acorde con el pensamiento general y esconde otro debajo. Y debajo de ese, otro – Álex De La Iglesia

España es un país en el que hay más identidades que cuerpos – Manuel Jabois

Sin cotilleo, no habría sociedad. Resumiendo: el cotilleo es lo que posibilita a la sociedad humana tal y como la conocemos – R. I. M. Dunbar

Y conseguimos que nos parezca razonable —e incluso loable— que un señor que gana bastante más de cien mil —100.000— dólares por día se preocupe por los hambrientos. Como si no hubiera ninguna relación, como si el hecho de que el señor se quede cada día con la plata que daría de comer a cincuenta mil —50.000— personas no tuviera relación con el hecho de que ellos no la tienen —y se quedan con hambre – Martín Caparrós, El hambre

Hay que dar marcha atrás en la evolución porque la naturaleza animal, por lo visto, es mucho más humana que la naturaleza del hombre. Han elevado la conducta animal a cátedra moral. O, como dice Gustavo Bueno, la etología es la nueva teología. A ver cómo se lo explico a mi perro – Juan Cueto

Nuestra época tiene predilección por las explicaciones psicológicas, de las enfermedades o de cualquier otra cosa. Psicologizar es como manejar experiencias y hechos (enfermedades graves, por ejemplo) sobre los que el control posible es escaso o nulo. La explicación psicológica mina la «realidad» de una enfermedad – Susan Sontag, La enfermedad y sus metáforas

No es maravilla si se queja alguno de que le hagan reír en la comedia – Manuel Bretón De Los Herreros

Un cínico es un hombre que, cuando huele flores, busca un ataúd a su alrededor – H. L. Mencken

Cuanto más moralizante es una sociedad, más descortés se vuelve – Byung-Chul Han

El miedo a los demás deviene en miedo a uno mismo – Gonzalo Suárez