Autor de ¡Me cago en Godard!: Pedro Vallín
¡Me cago en Godard!, de Pedro Vallín, plantea la necesidad de adorar el cine americano (y desconfiar del cine de autor) si eres culto y progre.
Hollywood no hace cine de derechas y Europa de izquierdas.
La constante universal del cine americano es que el plutócrata es el malo. En los 80 y 90, si un tipo tiene un barrio futurista de metacrilato en el recibidor, es muy probable que se trate de un sinvergüenza, si no el asesino que andan buscando.
En igualdad de condiciones, la explicación más sencilla acostumbra a ser la verdadera – Guillermo de Ockham
Los héroes de Hollywood no defienden la propiedad privada, ni el cine de autor europeo transmite valores progresistas. Todo lo contrario, el cine yanqui es emancipador y las producciones europeas son elitistas y condescendiente con el statu quo.
El asunto es si huele a perfume o a sobaco. Porque la diferencia palpable entre el artista y el artesano es puramente de clase: el artista piensa y el artesano suda, el artista crea y el artesano fabrica
Pedro Vallín también analiza las ficciones, la narración y las orientaciones de la novela.
La literatura es un lujo, la ficción una necesidad – Chesterton
En último término, puede decirse que la novela es orientada por la muerte, mientras que la narración sirve de orientación a la vida – Fernando Savater
Cuando los hechos cambian, yo cambio de opinión. ¿Usted qué hace? – John Maynard Keynes
Cuando la única herramienta que tienes es un martillo, todo problema comienza a parecerse a un clavo – Abraham Maslow